¿Qué es lo más sorprendente del nuevo «Yoshi» de Joël Robuchon en Monte Carlo? ¿La cocina, la decoración o el estilo? Primeramente nos llaman la atención la arquitectura y el color, aquellos de un Japón lejano, simbolizado por el increíble jardín de rocas diseñado por Jacques Messin, con vistas a la Avenue des Spélugues, sirviendo de marco a la ciudad. Un Japón totalmente reinterpretado por el arquitecto de interiores Didier Gómez, en una estética contemporánea, entre los grandes espejos de pared estructurados en marcos de madera, y las cubiertas que evocan la oscura lava los volcanes.
J. Robuchon y Takeo Yamasaki © Foto: G. Bassignet
El conjunto de piedra, ébano y seda da una maravillosa impresión: no hay tatami, no hay folclore, pero hay un Japón elegante, donde no es necesario arrodillarse para disfrutar de los rituales de té o de licor. Los asientos son cómodos, con una altura que no requiere de gimnasia, son de terciopelo coralino, brillantes y apetitosos, que ilumina la decoración de espejos y madera, con toques de ébano, marfil, verdes y amarillos ácidos.
Sala Yoshi © Foto: James Reeves
Una idea refinada y poética del Extremo Oriente del sol naciente, un regalo para los ojos que se complementa con los siguientes elementos: en la entrada, un muro de agua acoge a los convives que, cuando llegan a la sala, son recibidos por un mágico juego de luces. En la noche el encanto se completa, el arte de la mesa está firmado por la habitual diseñadora del Métropole, Maud Lesur, cuyo refinamiento abarca el diseño de las servilletas y la elección de la cristalería para la degustación de sakes o vinos internacionales propuestos por la sumiller japonesa Norié Harada.
Norié Harada, sumiller del Yoshi © Foto: Hotel Métropole Monte-Carlo
Didier Gómez solo tiene elogios para esta colaboración: «Lo que aprecio de Joël Robuchon es el deseo de calidad extrema, esa voluntad de ir más allá de los límites para alcanzar el objetivo final: la creación de esta joyería fina que representa el Yoshi». Conocemos desde hace más de 30 años la pasión de Joël Robuchon por la autenticidad y el refinamiento japonés. Inaugurado el 2 de diciembre del 2008 en las instalaciones del Hotel Métropole Monte-Carlo, el «Yoshi», que significa bondad, refleja lo que desprende su creador, tal vez no sea la más brillante de las 12 instituciones que inspira y dirige el «Chef del Siglo» según Gault Millau 1990, pero queremos creer que es la más cercana a su estética, su ética y su corazón.
Onsen Tamago © Foto: Hotel Métropole Monte-Carlo
Su visión personal de un país en el que ahora cuenta con 6 restaurantes franceses y el homenaje de un maestro –por justa compensación– a la cocina de este país que ha influido en la gastronomía francesa en las últimas décadas por su culto al producto, la simplicidad de la cocina, el arte del corte, la precisión, la pureza. Calidad, simplicidad y modernidad son las palabras claves de la cocina que realiza Takeo Yamazaki, estudiante formado en el “Château Robuchon”, el primer restaurante abierto por Joël Robuchon en Japón, luego pasó un año en Mónaco, antes de unirse a Joël en el Taller de Tokio.
El salón del Yoshi con vista al jardín. © Foto: James Reeves
Además de la selección de sushi, sashimi y maki, mariscos o vegetales en tempura, la carta contiene otras especialidades tradicionales, a base de mariscos, cangrejos, langostas, pescado, carne de vacuno ((Wagyu Hire Yaki)… entre los cuales se encuentran los legendarios Ise Ebi No Soupe (langosta con consomé de kombu) y Zeitaku Wakame (mariscos en gelatina). El restaurante tiene cocinas de preparación en la primera planta, pero la realización final está a la vista de los comensales en una pequeña cocina-vitrina, donde reina el Teppan-yaki. En esta sala de 35 cubiertos, hay un espacio reservado para el bar de sushi… ¡para sólo 4 privilegiados! Gracias al Yoshi, el Hotel Métropole Monte-Carlo se ha convertido en un verdadero «destino de sabores”. El hotel ofrece a sus clientes locales e internacionales el restaurante Joël Robuchon Monte-Carlo (2 estrellas Michelin) el Lobby Bar, el lugar más chispeante del Principado y el restaurante de la Piscina, un refugio de la paz en el corazón del Carré d’Or.
Zeitaku Wakame -@ M. Jolibois
Inaugurado en 2004, el Hotel Métropole Monte-Carlo ha sido decorado por el interiorista Jacques García, quien ha creado un verdadero «palacio del siglo XXI», un hotel elegante y contemporáneo, que combina un pasado glorioso con la frescura mediterránea. El Métropole ESPA Monte-Carlo, que se integró poco después de su inauguración en 2006, al cerrado círculo de «Leading Spas of the World”, ofrece una gama de cuidados, combinando técnicas modernas y terapias tradicionales de todas partes del mundo para el mayor bienestar de cara y cuerpo.
Yoshi
Métropole Palace Hotel
4, avenue de la Madone
98007 Mónaco
Abierto de martes a domingo de 12:15 a 14:00 para el almuerzo y
de 19:30 a 22:30 para la cena.
Tel.: +377 93 15 13 13
E-mail: yoshi@metropole.com
www.metropole.com
Menús y selecciones*:
115, 125, 140 y 175 euros
*Selección de sashimi, 5 pescados y crustáceos: 125 euros; Sushi y sashimi para 2 personas: 175 euros; Menú Yoshi a 115 euros; Aki Menú a 140 euros con ensalada, sushi, tempura, pescado marinado, filete de buey, sopa miso, arroz, postre según el desarrollo tradicional de la comida…
Traducción: MV.
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